Por Arturo Paredes y Laura Elena Calvache

Depende del carácter del alumno-a, algunos están temerosos, otros ilusionados, pero todos con expectativa. Muchos pueden acceder a una pasantía que ahora le llaman pre-práctica. De alguna manera se contactan con el mundo laboral. En cambio, hay chicos que han trabajado en la empresa o negocio de los papás toda la vida, les han acompañado y entonces conocen ese mundo.

La frustración se da cuando no saben cómo manejar ciertas conductas de los compañeros de trabajo. Una chica por ejemplo nunca se sintió preparada para manejar situaciones difíciles como son bromas entre compañeros. El mundo es así, a veces más que bromas es hostilidad. Hay que superarlo, tratar de encajar y concentrarse en el trabajo asignado.

A pesar de que alguien pueda trabajar en la empresa familiar, sí es importante ir a otra y hacer la práctica. Ahí no están los papás para defenderlo, además vivir el día a día de algo diferente, en donde nadie lo conoce, es muy útil para la vida.

Los chicos tienden a utilizar sus veranos para otras cosas, no piensan en aprovechar en algo laboral. Así que deben tratar al menos los últimos años, de hacer una práctica, pasantía, o ya tener un trabajo formal.

El país en general está restringiéndose por la crisis y cada vez hay más necesidad de empleo. Por eso, para los chicos es ideal que aprendan, y ojalá, ingresen de esa forma. A veces son tan buenos que ya se quedan en la empresa. Hay más opción de conseguir trabajo que si solo vas a una entrevista laboral.

En la U se les está dando clases de Emprendimiento para que tengan otra alternativa al empleo fijo. Y aún en esta línea es bueno ser pasante porque se amplía el espectro del estudiante, aprende y se define para el negocio que quiere emprender. Pero no todos quieren emprender algo propio.

Los beneficios de ser pasante son: perder el miedo al mundo laboral. Reducir la incertidumbre de en qué voy a trabajar. Ver que hay gente que te ayuda. Pulir el currículum. Armar una red de contactos. Ganar confianza, aplomo. Ganar una reputación en esa empresa que luego le sirve para otras. Conocer toda la cadena de producción, tanto que pueden querer ser proveedor de la empresa, por ejemplo.

Para el empleador también hay beneficios frente a la figura de la pasantía: son un pull de reemplazos. Son sangre nueva con ideas nuevas. Luego son embajadores de la empresa aún si no se emplean allí.

Un estudiante excelente no necesariamente es el más aplicado, sino muchas veces el que tiene más iniciativa. A los estudiantes les recomendamos que vayan a eventos sociales, que se codeen con otros compañeros, que se pasen la voz de tendencias, de plazas.

¿Qué porcentaje de alumnos consigue trabajo antes de graduarse? ¿Cuántos en el primer semestre posterior al grado? No hay una cifra exacta, pero un 80% de la Universidad San Francisco se ocupa dentro del año de graduados. Cuando algún estudiante no encuentra trabajo, suele entrar a tomar cursos para afinar más su especialidad. O bien arranca un emprendimiento.

¿Por qué temen trabajar en sitios donde no ganan dentro de su expectativa, o no tienen el cargo esperado? Los chicos aspiran a estar en la empresa WOW, que no siempre es posible, pero lo que se les recomienda es que empiecen temprano, que hagan la pasantía en la empresa que sueñan o alguna similar. Darse a conocer y demostrar que pueden quedarse ahí. Es bueno que hagan un autoanálisis e identifiquen esa industria que les apasiona, y a aquellas a las que no se meterían ni muertos. Se les propone algo de salud, y así sean administradores, pueden combinar sus conocimientos. La comunicación tiene miles de opciones en todas las ramas. Etc.

Hay que escoger dónde y de ahí aplicar. No esperar a que les llamen si no acudir allá.

La feria “Contacto Empresarial” es una herramienta poderosa para generar un contacto y los alumnos no siempre la aprovechan. Las entrevistas son una oportunidad para “foguearse”, de lado y lado. Para una empresa multinacional es la forma de conocer perfiles en Ecuador.